lunes, 2 de julio de 2007

El Traje de Velcro

No hace mucho platicaba con una amiga acerca de si la forma de ser de una persona tenia que ver con factores genéticos o con la vida y experiencias que había tenido o alguna otra razón. Y fue entonces cuando le explique una teoría mía que ya llevaba procesando en la cabeza por algún tiempo.

Imagina que una persona empieza su vida con un traje forrado de velcro, al principio el traje esta nuevo y cualquier cosa que entra en contacto con la persona queda pegada en el velcro: las atenciones de su madre, los besos de la abuela, los pellizcos en los cachetes de las tías solteronas que piensan ‘Yo quiero uno igual’. Pero no todo es color de rosa y la persona también entra en contacto con mucha basura a lo largo del camino y como todo lo demás, una parte de la basura se queda pegada. En ocasiones la basura es tanta que la persona en cuestión trae una gran carga encima que no lo deja moverse libremente, es mas, tal vez ni siquiera reconozcamos a la persona debajo de tanto desperdicio… Algo así como tirar un caramelo redondo de aspecto muy sabroso cuesta abajo en una colina, después de rodar una cierta distancia habría tanta pelusa y piedras alrededor del mismo que ya no podríamos distinguir de que color o sabor era el caramelo.

Una mujer que podría haber ganado el premio Nóbel al crecer termina trabajando de mesera porque desde chica se le pego la frase que tanto decía su papa ‘che vieja pendeja’. El que descubriría la cura para el cáncer termina como parásito viviendo de la beneficencia del gobierno porque trae atorado en el traje un ‘eres un inútil’.

Todos tenemos nuestras debilidades, ese algo que nos puede afectar mucho aunque a los demás parece no inmutarlos. ¿Te imaginas si a Superman de pequeño le pegaran en el traje un pedazo de kriptonita? Después de un tiempo todos olvidarían que el es ‘super’, que es capaz de volar, correr como el viento o levantar un avión con una mano, simplemente veríamos un hombre quejumbroso, enfermizo y algo torpe.

No, la finalidad de este post no es para deprimirse ni mucho menos, sino más bien reflexionar un poco y voltear la vista hacia nosotros mismos, darnos cuenta de todas esas cosas que traemos pegadas a nuestra persona que solamente nos estorban y hacer un esfuerzo para quitárnoslas de encima. En ocasiones es difícil, en otras ni siquiera logramos ver aquello que hemos venido arrastrando toda la vida, pero hay que recordar que cada uno de nosotros es ‘super’ de alguna manera y la persona que encontremos debajo de todo el basurero puede ser mas sorprendente de lo que siquiera imaginábamos.

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